Low cost, pero ¿a qué precio?
Es cierto que desde hace años, hemos aprendido a asociar la palabra low cost como identificativo de un producto o servicio adaptado a los tiempos y sobre todo, al bolsillo.
En efecto, las tendencias del hábito de consumo en la sociedad se han transformado, el contínuo despilfarro como síntoma de crecimiento, progreso y globalización, definitivamente ha sufrido irremediablemente el mayor de los castigos en beneficio de la austeridad o recorte en el gasto.
El consumidor demanda lo mismo o al menos lo más parecido pero lógicamente al menor precio. Se trata de una sencilla regla de tres dentro de un escenario económico drásticamente alterado.
La adaptación de las empresas a las nuevas exigencias del mercado es a la fecha ya un hecho. Además, ese punto de inflexión en bastantes ocasiones va en detrimento de la calidad de los productos, situación especialmente peligrosa más aún cuando hablamos de necesidades básicas para el ser humano.
Low cost o bajo coste en castellano, es la nueva fórmula mágica que en términos económicos está diseñada para frenar la caída del consumo. Parece claro que lo que más interesa es darle un empuje y potenciar la fuerza de la demanda y nunca mejor dicho: a cualquier precio.
En esta nueva esfera, Castro Rodríguez Abogados no aboga por una bajada en sus honorarios, sino que, lejos de ello, nace en Granada como un despacho deseoso de ofrecer servicios jurídicos para todos, siempre en el más amplio sentido de la palabra. Para ello no nos es necesario acogernos a la etiqueta Low cost porque creemos y estamos convencidos de que un buen precio y calidad, siempre deberían ir de la mano en cualquier servicio, máxime cuando hablamos de servicios prestados por despachos de abogados.
Resulta complicado desprender una percepción negativa de lo que engloba la marca bajo coste. No en vano, aparentemente es difícil hallar beneficios dentro de este icono, en el que todo vale para llegar al presupuesto del consumidor.
Castro Rodríguez Abogados crece exponencialmente con el beneficio de sus clientes, crecimiento consolidado no sólo en cifras económicas sino en lo que es más importante, en saber que se está haciendo un buen trabajo y así, lograr la confianza de nuestros clientes.
Es necesario pues, tratar de afinar en el día a día nuestro sexto sentido, aquel que nos dice que realmente no es oro todo lo que reluce y que, al mismo tiempo, nos ayuda a distinguir lo que parece bueno de lo que lo es. Pero como siempre, todo, a gusto del consumidor.
Gemma Castro Rodríguez
C/ San Juan de Dios, 49 18001 Granada
Tlf. 858 990 874 / 696 388 582
Deja un comentario